Aguilas
"Costa y paraiso"
Datos generales - Heráldica y leyendas - Lugares de interés - Entorno natural - Patronos - Acertijo
Datos Generales
Habitantes (2014): Cuenta con una población de 34 632 (treinta y cuatro mil seiscientos treinta y dos habitantes).
Extensión del término municipal: La extensión del término municipal de Águilas es de 253,7 km2 (doscientos cincuenta y tres con siete kilómetros cuadrados).
Densidad de población: Tiene una densidad de población de 136,5 hab./km2 (ciento treinta y seis con cinco habitantes por kilómetro cuadrado).
Altitud: Está a 21 msnm (veintiún metro sobre el nivel del mar).
Limitan con: Al norte con el municipio de Lorca. Al este con el municipio de Lorca. Al oeste con el municipio almeriense de Pulpí. Al sur con el Mar Mediterráneo.
Distancia a la capital: Se encuentra a 105 km (ciento cinco kilómetros) de la capital de la región, Murcia, en línea recta y a 106,259 km (ciento seis con doscientos cincuenta y nueve kilómetros).
Principales características del territorio: Tiene 35 playas que se distribuyen en 28 km de costa. El parque natural de Cabo Cope-Calnegre muestra su extraordinario paisaje natural donde se puede disfrutar de cuatro calas.
Heraldica
Los dos primeros tercios de la parte superior en plata. Al centro del campo, en jefe, un águila de esmalte pardo con sus alas abierta, mirando a la diestra. El último tercio, abajo, en esmalte azur (azul), representando el mar; y al centro del campo emergen de éste unas rocas compactadas en su color y sobre ellas un castillo de esmalte marrón con puertas también en marrón más oscuro. Orlando las figuras dos ramas entrecruzadas, una de palma y otra de laurel. Al timbre corona Real.
Leyendas
“La Leyenda del Castillo” (romance): Hay en la costa una villa, que dicen que fue una perla arrojada por el mar cual galardón de riqueza, y que los hombres trocaron en una ciudad tan bella que el forastero la admira y sus hijos la veneran. Hay en la ciudad un monte donde las olas se estrellan y se enclavan atrevidas cien miserables viviendas; y, sobre el monte, un castillo que sus ruinas ostenta como imponente vigía de la hermosa ribereña. Desiertos están sus patios, derruidas sus almenas, resquebrajados sus muros, apolilladas sus puertas y entre las pálidas losas, los sillares y las piedras han brotado ya la grama, el jaramago y la yedra; solamente respetaron los años con su piqueta, aquella torre gallarda, aquella torre severa que entre las sombras parece monstruoso centinela. En la quietud de una noche tan tibia como serena, en que la luna sonríe, en que brillan las estrellas, en que las olas murmuran sus canciones predilectas y condensa el navegante en su cantar su tristeza, en que las flores expanden sus más queridas esencias, y el ruido misterioso de la noche nos inquieta, cuando amamos extasiados y rauda la mente vuela, he llegado a los umbrales de la mansión fortaleza para dormir con las almas de sus vetustas leyendas. En tanto que, débilmente, hasta mis oídos llega un laberinto de voces, un estrépito de ruedas, las notas de un organillo que desgrana una habanera y ese zumbido viviente de la ciudad que no cesa... Y en la quietud de aquel templo del valor y la grandeza, he vivido los recuerdos que las crónicas nos cuentan. Ya decidido a turbar el santo recogimiento de la mansión poderosa que dormita en sus recuerdos, he atravesado el quicial y voyme pasillo adentro... No he caminado diez pasos y ante un sillar me detengo que una flecha y un escudo con sus perfiles inciertos, evidencian la victoria que contra los agarenos, los hidalgos castellanos en buena lid obtuvieron. Ha rato que los blasones en un éxtasis contemplo, cuando me infunde pavor inesperado suceso porque el escudo se abre y ha descendido hasta el suelo revestida de un sudario la osamenta de un espectro, que me ase de la mano, que me conduce al crucero, y, si yo trato de huir, me dice: “No tengas miedo, porque soy inofensiva; y escúchame sin recelo: ¿Tú quieres saber la historia de aquel morazo guerrero y la bella mahometana, que en este lugar murieron? ¿No es eso lo que pretendes? Di, ¿no es ese tu deseo? Pues no sigas en tu afán porque es inútil tu empeño; de aquel pasado grandioso poco se sabe en concreto; que diversos eruditos y otros poetas vinieron anhelosos de rasgar la cortina del misterio, pero todos se han perdido en la noche de los tiempos. Sólo se sabe que el día que nuestras tropas vencieron, el rey moro, que tenía dos tesoros de gran mérito: el uno, su favorita más hermosa que un lucero, y el otro, que consistía en alhajas y en dinero, ha preferido enterrarlos antes de que fueran vuestros. En la oscura galería, en la sima que ha abierto ha escondido sus riquezas; y cuando los caballeros de las huestes castellanas, al golpe de sus aceros asaltaban las murallas, cuando los moros dispersos por aquella puerta falsa horrorizados huyeron, el yatagán del Rey Moro se ha hundido en el lindo cuello de la gentil favorita; y con sus brazos de hierro presto la coge y la estrecha, y le besa los cabellos y llora su triste sino... Y en tanto formula un rezo en el aljibe del patio donde bañara su cuerpo, ha buscado sepultura para sus despojos yertos. Después ha dado tres pasos... tres pasos grandes, siniestros... un grito trágico suena, y en el aire floran luego una marlota muy blanca y un capellar rojo y negro... ¡El abismo se ha tragado al morisco reyezuelo! Únicamente se sabe, de modo seguro y cierto, este final tan terrible del árabe día postrero, que entre el polvo y los años solamente yo conservo. Así pasaron las cosas, de esta guisa las cuento”. Después me cogió una mano entre sus desnudos huesos y me dijo: “Puesto que ya complacido te dejo, voy a buscar mi reposo... ¡Adiós, querido mancebo!” Yo quise impedir su marcha, valiéndome de un esfuerzo para dominar mi espanto, y le dije: “Ven. Te ruego que prosigas tu relato...” Más me contesta: “No puedo detenerme”. “¿Quién te espera?” “El hermano que más quiero”. “¿Cómo se llama tu hermano?” “Pues le llaman EL PROGRESO”. “Entonces, ¿quién eres, sombra que tan escuálida veo?” “¿No me conoces? Yo soy la LEYENDA DE LOS PUEBLOS”. Han pasado casi cien años, desde que este aguileño escribió este bonito romance del castillo de Águilas. A raíz de publicarse en la prensa local de entonces esta bella historia, el vulgo empezó a imaginar cosas y había quienes subían al Castillo de noche a buscar los tesoros de los Tres Pasos del Moro, el tesoro que había escondido el Moro ante la conquista de los caballeros cristianos. Y así empezó parte de la destrucción de la fortaleza. Se llevaron las puertas del Castillo, ventanas, maderos, piedras... Todo lo que pudieron arrancar. Luego el tiempo siguió con lenta destrucción, sin que nadie hiciera nada por remediarlo; hasta que parece ser que ha llegado el momento de su reconstrucción; de lo que los aguileños se alegran infinitamente.
Lugar de interés
Castillo de San Juan: Tras diferentes edificaciones a lo largo de la historia, se elevó en 1579 la torre para defensa, soportando un bombardeo de las naves inglesas y aguantando terremotos
Puente de El Hornillo: Antiguo embarcadero de mineral construido por la campaña británica de ferrocarriles a finales del siglo XIX.
Torre de Cope: El Ayuntamiento, construido en 1751, fue cárcel real. Respecto al patrimonio arqueológico, la Dirección General de Cultura incorporó a los respectivos Planes de Ordenación Urbana un catálogo de yacimientos arqueológicos y de recursos etnográficos, con una normativa específica que garantiza su protección. Se han inventariado un total de nueve yacimientos; la mayor parte corresponden a una ocupación medieval islámica, lo que indica un desarrollo importante del poblamiento durante esta época, mientras que los del Bronce Pleno, ibéricos y romanos son menos frecuentes
Entorno natural
El municipio de Águilas se encuentra rodeado por una serie de cadenas montañosas que lo separan del valle del Guadalentín: el Lomo de Bas, la Sierra de la Carrasquilla y la Sierra de la Almenara, ésta última protegida como LIC y ZEPA debido a su gran valor ambiental. Asimismo, cuenta con un litoral compuesto por puntos de gran interés: 35 calas, puntas rocosas que se adentran en el mar y numerosas playas de fina arena. Cabe resaltar por su atractivo, el paisaje protegido de las Cuatro Calas, en el límite de la Región de Murcia con Almería por la costa y parte del Parque Natural de Cabo Cope y Puntas de Calnegre, compartido con el término municipal de Lorca.
Patronos
Patrón:Virgen de los Dolores y San Juan
Fiestas patronales: La celebración del santo de la Patrona de Águilas está organizado por la Cofradía de Nuestra Señora Virgen de los Dolores. En años anteriores se ha llevado a cabo en distintos barrios de la ciudad, como La Colonia, en el Barrio del Carmen, o en Las Yucas. El día de celebración es el 16 de julio.
Acertijo ?¿
El castillo de San Juan de las Águilas es una fortificación militar construida en el siglo XVIII que se encuentra situada sobre la actual población de Águilas. Si el castillo tiene dos cañones, y cada uno de ellos dispara cinco balas por hora, ¿cuántas balas se habrán lanzado en un día?
El Carnaval de Águilas es el carnaval más emblemático de la Región de Murcia y uno de los más famosos de España. Ha sido declarado fiesta de Interés Turístico Internacional en el año 2015. Algunas fuentes históricas datan el Carnaval de Águilas en el siglo XVIII, en el reinado de Carlos III. Pero las primeras imágenes que se tienen de este carnaval son del año MCMIII, escrito en numeración romana. ¿De qué año se trata?
La Torre de Cope fue una torre vigía situada en Águilas, muy cerca de la orilla del mar, en el interior del Parque Natural de Cabo de Cope y Puntas de Calnegre. En 1539, el rey Carlos I de España manda construir la torre debido a los los ataques frecuentes de corsarios norteafricanos musulmanes y piratas berberiscos hacia los pescadores y pastores de la zona. Las obras finalizaron en 1574 bajo el reinado de Felipe II.
1. ¿Cuántos años se tardó en construir la Torre de Cope?
2. ¿Qué antigüedad tiene la torre?