Folclore
"Folclore de la Región de Murcia"
Cuadrillas - Traje de huertano Femenino - Traje de huertano Masculino - Receta típica Murciana
Cuadrillas
Parte de nuestro folklore son las "cuadrillas" que van por las casas cantando típicas canciones regionales, lo recuerda mi madre de casa de mis abuelos,
le llamaban la atención aquellas personas y sobre todo los instrumentos que tocaban, panderetas, guitarras, laúdes y algún violín.
Las más famosas se encuentran en Barranda y Aledo.
En Navidad las cuadrillas pasean por las calles cantando el “aguinaldo”, en el que un trovador va improvisando los solos y el pueblo
le acompaña con los estribillos. Estos son algunos de los aguinaldos que nos han cantados nuestros abuelos:
"Esta casa es de oro Y los balcones de plata La gente que hay dentro Que pase felices pascuas”
“Esta noche es Nochebuena Y mataremos el pavo Le acercaremos las plumas Al vecino más cercano” “A esta casa hemos llegado Cuatrocientos en cuadrilla Si quieres que nos sentemos Saca cuatrocientas sillas"
Las agrupaciones de Coros y Danzas son las encargadas de mantener los bailes tradicionales.
Son muy bonitos y "movidos", yo no sé si aguantaría tantos saltos y vueltas. Los más conocidos son la parranda y jota murciana. En verano hay muchos festivales a los que puedes asistir.
Traje de huertano Femenino
El Refajo: Si hay algo que define el traje popular de la mujer en Murcia es la falda, llamada comúnmente Refajo.
En las zonas frías de la Región de Murcia la mujer solía vestir refajos de lana. En cambio en las zonas cálidas el material con el que se realizaba esta prenda era algodón.
Se pueden describir algunas peculiaridades que diferencian algunas de estas prendas:
Refajo de listas
Es un refajo a rayas verticales de aproximadamente 3 cm de anchura
Incluso se bordó la figura de un gusano de seda en los refajos.
Refajo de lentejuelas
El virtuosismo en los detalles y ornamentos se toma como un exponente de las clases adineradas.
Refajo de recortes
Otro tipo de ornamentación, más comedida, eran los recortes de terciopelo negro superpuestos sobre tela de seda rosa.
El corpiño:
Es una especie de corsé. Su equivalencia es el cuerpo del vestido. No porta mangas, y se coloca sobre la blusa. El cierre se consigue mediante un cordón cruzado que pasa a través de unos ojales en la parte delantera.
Chambra o camisa:
Se trata de una prenda que en su origen era tratada como vestuario íntimo. Una de las notas más originales del vestuario popular estaba representado en la camisa. Eran unos bordados posiblemente moriscos.
Desde el siglo XV se ha escrito sobre distintos tipos de camisas, entre ellas:
Camisas Labradas:
Se llamaban así por sus bordados. Se encontraron en los guardarropas de Isabel la Católica.
Camisas Listadas:
Menos ricas, el único adorno eran cintas de diversos colores cosidas a la tela.
El blanco era el color natural de la fibra de la camisa. En un principio estaban elaboradas en manga corta, sobre el codo. Durante el verano, en zonas calurosas,
se llevaban sin corpiño. Se realizaron también de manga larga, con puños terminados en puntillas.
El delantal:
Se trata de una prenda parecida a la actual, que se colocaba encima del refajo. Abundaban los de seda, aunque dependía de la calidad del traje.
Los más extendidos son de raso bordados con lentejuela y pedrería, anudados a la cintura de la mujer con un gran lazo zapatero cuyas puntas, desiguales,
solían bordarse y disponerse al lado izquierdo de la cintura.
Otros delantales, posteriores, se confeccionaron en finas telas de lino con adornos de vainicas, entredoses, alforzas, etc.
Faltriquera:
Era una especie de bolsa o saquillo. Se sujetaba a la cintura mediante cintas de algodón, y solía guardarse en ella el dinero y algunos útiles de uso cotidiano.
Se podía recargar con toda clase de ornamentos.
Una bolsita con dinero como la faltriquera solía guardarse bajo las sayas, o sobre ellas bajo el refajo.
Manto:
El manto servía en un principio para protegerse del frío, pero terminó siendo una prenda de adorno, decorativa, que incluso podía diferenciar las clases sociales.
Mantón de Manila
El origen del Mantón de Manila es castizo, no murciano. Pero en la Región de Murcia se utilizó desde 1875.
Traje de huertano Masculino
Zaragüeles y calzones:
Los zaragüelles son unos calzones anchos.
Están confeccionados en lienzo o lino, de color generalmente blanco y nunca sobrepasan “tres dedos” por encima de la rodilla.
Calzón o pantalón:
El traje de gala llevaba pantalón o calzón, no zaragüel. Normalmente era de paño o de terciopelo, y del mismo color que la chaquetilla.
Este pantalón de lujo, cubría hasta la mitad de la pierna. En el extremo inferior tenía dos aberturas decoradas con botones de plata.
Camisa:
La camisa era una prenda muy parecida a la que se usa en la actualidad. Podían estar decoradas con alforzas, puntillas o vainicas. Su color solía ser el blanco.
Faja:
La cintura del hombre está cubierta por al menos dos vueltas de una tira de tejido, más o menos ancha, de color. Este tejido es la faja.
La faja servía para sujetar los zaragüelles o calzón, y para que no se salieran los faldones de la camisa.
Chaleco:
Es una prenda abierta, con solapas, sin cruzar. Carecía de mangas. La parte trasera era de color oscuro, mientras que la delantera se decoraba con sedas y colores más vivos.
Chaquetilla:
Es una chaqueta corta, hasta la cintura, de colores generalmente oscuros. La parte delantera se adornaba con alamares de seda y se bordeaban con pasamanería.
Calcetas:
Las calcetas eran utilizadas por mujeres y hombres, pero había ciertas diferencias.
Las calcetas del hombre nunca sobrepasaban la rodilla, sin embargo las de la mujer llegaban hasta el muslo.
Esparteñas:
Si existe una prenda de vestir que ha diferenciado clases sociales en la Región de Murcia son las esparteñas.
Eran confeccionadas con cáñamo o esparto, y las utilizaban gentes humildes. Parece ser que las esparteñas y las abarcas son el calzado más antiguo de España.
Confección de las esparteñas.
Receta típica Murciana
Zarangollo:
Ingredientes:
Calabacín, Cebolla tierna, Huevos, Sal, Aceite de oliva
Elaboración:
Se trocean los calabacines con la cebolla tierna y se ponen en una sartén con aceite de oliva a freír, cuando está todo tierno se pone sal y echamos los huevos. Revolvemos bien la mezcla hasta que cuajen un poco los huevos, y servimos calentito.